Me faltan adjetivos para describirte, y es que eres diez mil veces más complejo
que los juegos de ordenador con los que me entrenaron para la vida.
En los peores sueños pienso en olvidarte y acabo recordando el olor de tu pelo,
los chorros de sudor por la cama y mi completa dependencia de tus manos en mi cara.
Ojalá existiese un idioma más exacto que el de palabras con que describirte tu aura,
que los juegos de ordenador con los que me entrenaron para la vida.
En los peores sueños pienso en olvidarte y acabo recordando el olor de tu pelo,
los chorros de sudor por la cama y mi completa dependencia de tus manos en mi cara.
Ojalá existiese un idioma más exacto que el de palabras con que describirte tu aura,
y ese sabor a té amargo y fresco que se desprende de tus jadeos,
que te seca la boca, acompañado de una cálida oleada interior.
He de confesar, que la subjetividad de nuestras acciones en cuanto a magnitud
es uno de tus mayores y mejores encantos,
que no hay drama grande, sino pensadores limitados.
Préndeme este incienso, hoy podemos llegar a un universo paralelo.
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ResponderEliminarQué bien escribes. Tu poema es fuerte, lleno de adrenalina...
ResponderEliminarMe encanta cómo lo cierras. Espectacular