Me gustaría que mis dedos
fuesen un factor de riesgo
para tu futura salud mental.
Que en el prospecto de tus medicamentos
contra todo sentimiento
Y los efectos secundarios de mezclarnos,
fuese sentir como si todos los poros del cuerpo
rezumasen hacia dentro
una sustancia adictiva y tóxica,
y hubiese que expulsarla a base de sudar.
Me gustaría que tus dedos
no narrasen la tragedia
de la muerte paulatina de un rotulador,
y funcionasen de repente,
justo cuando piensas que me quedo dormida.
Saber que piensas
justo antes de preguntartelo
para probarme, de vez en cuando,
que puedo adivinar el futuro.
Me gustaría que te entrase insomnio,
y estuvieses más horas pensando excusas
para que sea tu cura al insomnio.
Que el insomnio y la ansiedad
se anulasen en uno al otro,
como fuerzas opuestas,
con nosotros a cada lado del ring.
Me gustaría saber que pienso
cuando me lo preguntas,
y que siento, cuando me lo pregunto.
Pasión desbordante y contagiosa. Al empezar el poema se siente una sincronía con el deseo que describes que crece hasta el final. He leído más entradas tuyas y me encanta cómo escribes. Caí aquí por casualidad, pero me quedo =)
ResponderEliminarUn abrazo