No siempre me gusta tener razón

Nunca has sentido a necesidad de huir
De andar hasta no poder más
De caminar sin rumbo a cualquier lugar
Por el simple hecho de no hacer nada

Hay días, días como hoy perfectos para desaparecer
Entre la oscuridad de la noche
Y con la llovizna cubriendo tus pasos
Días en que cada gota susurra un secreto de gente desconocida
Los maniquíes saludan desde su caja de cristal
Modelos de una perfección irreal
Las tiendas de animales se llenan de pobres almas en los escaparates
Y míseras vidas tras ellos
Puede que algún día ose traspasar la línea que me ata a la realidad
Puede que si empiezo a correr no pare nunca jamás
Y puede que no me importe ni lo más mínimo
No es depresión, ni siquiera tristeza
Es más bien un desapego a la humanidad y sus estragos
Es la fe que me empuja a creer que yo lo hubiera hecho mejor
No es mejor quien pavimenta
Que quien atraviesa los charcos aún sin botas
No tendría que estar mejor valorado tener coche
Que andar, que sentir el punto suelto bajo tus pies
Para poder alejarnos luego de el
Tal vez tengo alma de perro,
Quizá por eso las ganas de huir
Siempre son vencidas por los pasos de regreso a casa.
A casa que no al hogar,
No se donde está mi hogar
Quizá no tengo de eso
Quizá soy la reencarnación de un poema de Bukowsky
Hecho persona
Quizá tengo las ideas de Dostoyevski
Sobre ser más inteligente que los demás
Quizá tendría que hacer mas estupideces para ser más normal
Y no sentir el frío en las manos
Que me hace volver a la realidad
Quizá este en casa,
O quizá ya he huido,