4.13.2015

Dionisíaco Baco

Ojos que matan
que hielan el hambre
que tienen poder
más allá del arte.
En el segundo en que los recuerdos
causan un infarto al reloj
de la madrugada eterna enrarecida
en ojos y carmín de herejías
lobos que se reunen al calor
de la presencia traicionera
buscando en el vaso vacío
la fuente de la eterna juventud y su marea.
Inhalan con suavidad,
este carbono que fue de Einstein,
o aquel que Dios forjó.
Inspiran
y espiran
y exhalan todo tipo de palabras.
Huracanes que convierten en proeza
el aire que acariciaba su rareza.

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