He aquí la historia, de como la araña
se abalanza sobre la presa,
que sin golpes mata.
No aprieta, no duele, no mancha,
desfigura el oído, la realidad
y la danza.
El sueño eterno se acerca,
entre los bellos mas letales brazos
sujeta la mosca, hacia su inevitable destino
predijeron los dados lo que pudo haber sido.
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